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domingo, 27 de julio de 2008

Renovarse o morir

La imagen es una identidad y es bueno conservarla a lo largo del tiempo. Si se renueva demasiado se llega a perder la identidad. Sin embargo lo que sí es importante es la presentación, el formato, ofrecer la misma imagen de formas diferentes, a ser posible siempre mejorando, claro está, aunque no siempre se consigue.

Siguiendo esta idea he renovado el formato del dominio de Galax Pictures. He intentado que sea más fácil la navegación y he aumentado los contenidos con una página de mi perfil y el acceso a otros lugares de la web donde Galax se encuentra, como en YouTube o Facebook. En esta misma línea he modificado la lista de enlaces en este blog, de forma que la he separado en "Amigos de Galax" y "Galax en la red".

Como la intención de renovarse es agradar a los usuarios, sería interesante que opinárais sobre si os gusta más el nuevo formato o el antiguo. Para quien no tenga muy presente como estaba antes, la versión en inglés se mantiene con el formato antiguo, espero para finales de agosto renovarlo también, pero la versión en español está completamente renovada.

Espero que disfruten de la visita.
GALAX

sábado, 19 de julio de 2008

El doloroso nacimiento de un Estado

En 1971 se publicó el libro ¡Oh Jerusalén! de Dominique Lapierre y Larry Collins sobre la creación del estado de Israel en 1948. Se estrena ahora en España la adaptación cinematográfica de esta obra, ¡Oh, Jerusalén! (O Jerusalem, Elie Chouraqui 2006). El conflicto entre árabes y judíos contado desde la perspectiva de dos amigos de Jerusalén, uno árabe y otro judío, que viven en Nueva York y vuelven a su tierra a tomar parte en la contienda, cada uno con su bando correspondiente. Una historia sobre el poder de la amistad por encima de los conflictos sociales y políticos.

El contenido es muy interesante y su base literaria muy sólida, pero cinematográficamente la película adolece de falta de presupuesto para un proyecto de esta envergadura. Cuenta demasiadas cosas en muy poco tiempo, ya que el metraje es inferior a dos horas, y esto hace que lo cuente todo muy superficialmente y no profundice en ningún aspecto de la historia. Por otra parte el hecho de que pasen tantas cosas tiene como elemento positivo que la película se pase en un suspiro y no quede tiempo para el aburrimiento. La fotografía es buena, con luces muy contrastadas en general, la música adecuada para acompañar las imágenes y los actores muy correctos. En algún momento más emotivo de la película sobresale el protagonista Saïd Taghmaoui. Los efectos especiales se hacen deficientes en ciertos momentos, pero teniendo en cuenta que la película no trata de ser un gran espectáculo sino más bien testimonial sobre los hechos históricos, no parece que los efectos especiales lastren en demasía el resultado final del film. Es por tanto una película agradable de ver, de contenido ineteresante pero que no llega a emocionar por esa dispersión de elementos que no llega a desarrollar en profundidad.

Este mismo conflicto tiene un precedente en el cine con la película La sombra de un gigante (Cast a Giant shadow, Melville Shavelson 1966), que cuenta los mismos hechos históricos pero desde la perspectiva de un oficial americano, interpretado por el gran Kirk Douglas, que es destinado al lugar de los hechos como asesor militar para formar un ejército, y se llega a implicar más de lo previsto en la causa por aflorar en él sus casi olvidadas raíces judías.
El enfrentamiento entre palestinos e israelíes, pero unos años después, tiene también su lugar en el celuloide con la mgnífica película Munich (Steven Spielberg, 2005) que cuenta la misión encomendada a un agente del Mossad para vengar el asesinato de 11 atletas judíos por terroristas palestinos en las Olimpiadas de 1972 en la ciudad alemana de Munich.

domingo, 13 de julio de 2008

La lealtad entre amigos

Un escritor afgano afincado en Estados Unidos recibe un día la llamada del padre de su mejor amigo de la infancia, para volver a Afganistán bajo el régimen de los Talibanes . Recuerda entonces aquellos años en Kabul cuando era niño, antes de la ocupación soviética, cuando su mejor amigo era el hijo del sirviente de su padre, un afgano de buena posición. En aquellos tiempos se hacían competiciones de cometas y los dos amigos hacían un tandem magnífico.
Este es el argumento de Cometas en el cielo (The kite runner, Marc Forster 2007). La película es la adaptación de la novela homónima de Khaled Hosseini. Se dan emociones muy auténticas entre los críos; la cobardía del niño acomodado, del que su padre se avergüenza por ser tan apocado, y el coraje del hijo del sirviente que defiende fervorosamente a su amigo y le guarda una lealtad basada más en la amistad que en la relación de vasallaje.
La música es del español Alberto Iglesias y estuvo nominado al Oscar a mejor patitura original. Una partitura basada en el mestizaje rítmico de diferentes culturas que acompaña espléndidamente las imágenes, especialmente las espectaculares secuencias protagonizadas por el vuelo de las cometas.
El director está demostrando una gran versatilidad, ya que con una corta filmografía cuenta en su haber con películas tan dispares como Monster's Ball (2001), durísima película que le valió el Oscar a mejor actriz para Halle Berry, Descubriendo Nunca Jamás (Finding Neverland, 2004), biopic del autor de Peter Pan, y su próximo estreno será Quantum of Solace (2008), la nueva película de James Bond. Ha tocado diversos temas y géneros y hasta ahora ha salido más o menos airoso de todos sus empeños. Un director del que será interesante seguir su trayectoria.
Un precedente sobre el tema afgano lo tenemos en Kandahar (Safar é Ghandehar, Mohsen Makhmalbaf 2001), que parte de un esquema argumental parecido, una periodista afgana afincada en Canadá recibe una carta de su hermana y acude en su ayuda. El retrato que hace del Afganistán de los talibanes es bastante más duro, en clave de pseudo-documental. Cometas en el cielo es pura ficción y se recrea más en el régimen anterior a la ocupación soviética, y en general prima más la historia de los personajes que la recreación histórica.
En resumen Cometas en el cielo es una estupenda película con una historia interesante, un contenido a nivel de valores humanos muy notable y un tratamiento cinematográfico más que correcto.

jueves, 10 de julio de 2008

Un cineasta llamado Destino

Dice el refrán que "el hombre propone y Dios dispone". No sé si será intervención divina, casualidad, azar o será simplemente el destino, pero lo que es un hecho es que más allá de las decisiones de directores, guionistas y productores, hay grandes momentos del cine que surgieron de las circunstancias en contra de las directrices marcadas por los distintos responsables de los proyectos cinematográficos.
Por ejemplo, la carrera de Harrison Ford. El propio Ford ha asegurado en varias ocasiones que de joven sólo iba al cine para ligar con alguna chica. Más tarde le atrajo lo de actuar por la variedad de trabajo, viajar, etc. Trabajaba de carpintero en los estudios de George Lucas el cual le dio un papel en American Graffiti (1973). En el verano de 1975 George Lucas realizaba el casting para Star Wars (1977) y Ford estaba dando réplica a los actores que acudían a las pruebas. Para el papel de Han Solo no encontraban a nadie adecuado y lo acabó haciendo Ford, a pesar de que Lucas no quería contar con él por haber trabajado ya juntos en American Graffiti, y buscaba caras nuevas. Más tarde pasó algo parecido con En busca del Arca perdida (Raiders of the lost Ark, 1981) en la que en principio Tom Selleck iba a hacer el papel de Indiana Jones, pero su contrato con la serie de televisión Magnum se lo impidió, así que Spielberg le sugirió a Lucas contar de nuevo con Harrison. También una de las secuencias más recordadas de En busca del Arca perdida es fruto del destino: aquella en la que un indivíduo enorme con una espada es abatido con un disparo seco de revólver por Indiana. La escena en principio debía ser una coreografía con el látigo y la espada pero Ford no se encontraba bien ese día y le pidió a Spielberg que si podían terminar pronto, así que Steven le dijo que simplemente le disparase y ya está.
Otra escena mítica es la bofetada que le propina Glen Ford a Rita Hayworth en Gilda (Charles Vidor, 1946), la reacción de Rita caló hondo pero no por una indicación del director o un momento de inspiración de la actriz, sino porque la bofetada fue de verdad y la reacción de Hayworth totalmente real.
Y un rodaje caótico, en el que casi cada día se reescribía el guión y no se sabía muy bien como iba a acabar, dio lugar milagrosamente no sólo a la ganadora de los Oscar de aquel año sino a una de las mejores películas de la historia del cine: Casablanca (Michael Curtiz, 1942).
Groucho Marx tuvo que improvisar pintarse un bigote para una actuación y ese mostacho pintado se convirtió en uno de los signos más característicos de su persona durante el resto de su carrera artística.
De la fusión entre el talento de los autores y los caprichos del destino surge la magia del cine.

jueves, 3 de julio de 2008

Otro tono de verde

El increíble Hulk (The incredible Hulk, Louis Leterrier 2008) es la continuación de Hulk (Ang Lee, 2003). La película de Ang Lee fue una visión muy personal del cineasta, que a mí particularmente me gustó, sobre el personaje del comic, haciendo una película más introspectiva sobre el origen y el drama del personaje, en la que sobresalía la interpretación de Nick Nolte como padre despiadado del protagonista. Tuvo poco éxito, en parte quizá por no ser una adaptación típica de estos comics y por otra parte porque se estrenó como si fuera una película más de superhéroes para niños, con muñecos y demás merchandising, pero lo cierto es que la película para niños no era.
Ahora llega El increíble Hulk en un tono más acorde a lo que el público podía esperar cuando se estrenó la primera: ritmo trepidante y mucha acción plagada de efectos digitales. La historia arranca donde se quedó la anterior, con el general Ross persiguiendo de forma obsesiva a Bruce Banner, pues lo considera propiedad del ejército, mientras el científico, encarnado esta vez por el siempre interesante Edward Norton, huye de sus perseguidores mientras intenta buscar una cura para su problema genético, además de tratar de controlar su furia en todo momento. Convertido en una bestia verde tiene también sus momentos tiernos protegiendo a la mujer que ama. Entre el esquema argumental de la persecución y los momentos en que la bestia genética lucha por defenderse y proteger a su chica, podríamos hablar de una especie de cruce entre El fugitivo y King Kong.
No sólo el director ha cambiado sino también todo el elenco de actores: a Eric Bana lo sustituye Edward Norton, el papel de Elisabeth Ross encarnado por Jennifer Connelly ahora lo hace Liv Tyler, y en el rol del general Ross, Sam Elliot es sustituído por William Hurt.
En definitiva la secuela de Hulk es un entretenimiento muy satisfactorio, pero si alguien quiere algo más de contenido o de introspección entonces le gustará más la primera parte. Cada uno puede elegir el tono de verde que más le guste.

Leer critica El increíble Hulk en Muchocine.net