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martes, 31 de octubre de 2017

El punto de inflexión de Clint Eastwood

Los estrenos de Clint Eastwood suelen llegar a la cartelera en otoño, pero este año no tenemos cita con Clint. Su nueva película , The 15:17 to Paris, está en postproducción y se estrenará en 2018. Por eso, cabe recordar que se cumplen 25 años del estreno de su título más emblemático como director: Sin perdón (Unforgiven, 1992), un western crepuscular sobre un ex pistolero a sueldo reconvertido en granjero y ya retirado, que vuelve a coger su revólver para un último trabajo, contratado por un grupo de prostitutas que buscan vengarse de unos indeseables que ultrajaron y marcaron la cara a una de ellas.

Fue, sin duda, un punto de inflexión en su carrera. Con ella logró el reconocimiento de la Academia, alzándose no solo con el Óscar a mejor director, sino que la película fue la ganadora de ese año con un total de cuatro estatuillas, a saber, mejor película, director, actor secundario, para Gene Hackman, y mejor montaje. El galardón de Hackman, sin duda merecidísimo, era el segundo de su carrera. El primero fue por French connection (1971) como mejor actor principal. No obstante, el elenco de Sin perdón es sensacional. Eastwood y Hackman están muy bien acompañados por Morgan Freeman y Richard Harris. De las actrices cabe destacar a Frances Fisher, la cual se vería envuelta en otra película oscarizada unos años después al interpretar a la madre de Kate Winslet en Titanic, que cumplirá en diciembre su vigésimo aniversario.

Sin perdón no solo fue el reconocimiento de la Academia al talento de Eastwood, sino que a partir de esta película, se forjó lo mejor de su filmografía como director, con títulos como Mystic River, Los puentes de Madison, Poder absoluto, Million Dollar Baby, por la que obtuvo su segundo Óscar como director, Gran Torino, Invictus, Sully, y otros filmes, tal vez inferiores a los nombrados, pero igualmente con un nivel de calidad que hacen de Eastwood una apuesta segura para que valga la pena gastarse el dinero en una entrada de cine.

Igual que en sus inicios el western marcó su despegue hacia el estrellato de la mano de Sergio Leone, también fue este género el que dio este giro cualitativo a su carrera, con el que sería su cuarto y último western como director tras Infierno de cobardes (High plains drifter, 1973), El fuera de la ley (The outlaw Josey Wales, 1976) y El jinete pálido (Pale rider, 1985).

miércoles, 25 de octubre de 2017

Los replicantes han vuelto: Blade Runner 2049

Algunas veces, una secuela se esfuerza tanto en no repetirse e innovar, que se acaba alejando totalmente del original. Otras veces, quieren ser tan fieles a la primigenia, que termina por ser reiterativa, más de lo mismo y, por tanto, carente de interés por no aportar nada nuevo. Y a veces ocurre que se alcanza el mágico equilibrio de ser fiel al original y, además, enriquecerlo, resultando innovadora y con personalidad propia. Este es el caso de Blade Runner 2049.

Treinta y cinco años más tarde, vuelven los replicantes a la gran pantalla. La historia nos sitúa treinta años después de los acontecimientos acaecidos en la primera parte. La trama gira en torno al protagonista anterior, Rick Deckard, interpretado nuevamente por Harrison Ford, aunque tarda en aparecer, como Orson Welles en El tercer hombre. Hasta el momento de su ansiada aparición, el peso de la narración recae sobre Ryan Gosling, protagonista de La la land, acompañado por Ana de Armas, vista el año pasado en Juego de armas, y Robin Wright, la otrora amiga del alma de Forrest Gump. Completan el reparto Jared Leto, como villano de la función, Sylvia Hoeks, en el rol de una replicante, mano derecha y ejecutora del personaje de Leto, que reparte estopa como Terminator, y Mackenzie Davis, la carismática programadora de la serie televisiva Halt and catch fire.

Ridley Scott realiza labores de producción, cediendo el relevo de la dirección a Dennis Villeneuve, responsable de títulos como Incendies, Prisioneros o La llegada. El veterano y aclamado compositor Hans Zimmer, comparte el crédito de la música con Benjamin Wallfish, que este año ha tenido otras dos películas en cartel, a saber, It y Figuras ocultas. Entre los dos consiguen una partitura fascinante que crea una atmósfera tan envolvente como la de Vangelis en la película anterior.

La reflexión sobre la humanidad de los replicantes va un paso más allá. El concepto de diferenciar a un replicante de una persona por el hecho de tener o no alma, que a su vez se diferencia por el hecho de nacer o ser fabricado, es muy interesante y suscita el debate. En el filme de 1982, se hablaba de robots, pero también de diseñadores genéticos. El caso es que el concepto de replicante resultaba algo ambiguo. ¿Eran más seres biológicos o más mecánicos? No quedaba tan clara su naturaleza como en otros casos de inteligencia artificial de la época, tales como Terminator o Robocop, por ejemplo. En esta nueva entrega, están más evolucionados y se ve más claramente que son seres biológicos creados en laboratorio, como los dinosaurios de Parque Jurásico. De hecho, el debate de aquella sobre la viabilidad del control mediante la programación genética, también se puede aplicar a Blade Runner 2049. Como decía el matemático Ian Malcolm en Parque Jurásico: «la vida se abre camino».